1.12.06

<< Sin título >>

El agua no te toca
extrañezas de toldería,
se acumula
desborda y te corre
única por los bordes,
que son costados,
impermeables,
pero no te toca,
menos te moja

(pupilas piedras)

las circunstancias
agobian,
tanto como el desvelo,
como los truenos
y aunque volvamos a ellas:
al repiqueteo en el toldo
cada vez más tieso, mas firme,
y a esa crudeza de diciembre,
sólo, mientras tanto,
quedarán dos opciones
esperar y refugiarse
o empaparse del otro lado de la vereda.


María José

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